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Futuro del sector hortofrutícola

¿Cuáles son las previsiones para 2021 en el sector hortofrutícola?

El 2020 constituye un punto de inflexión y da paso a un futuro cargado de incertidumbre

Así es. La pandemia ha revolucionado toda la economía mundial y es quien va a marcar el futuro de los distintos sectores económicos.

En páginas de noticias y de economía se hace patente la preocupación por la crisis económica histórica que estamos viviendo. Como consecuencia, no dejamos de ver titulares de este estilo “España entra en recesión con una caída histórica del PIB del 18,5%” y se habla de que “se tardarán al menos dos años en alcanzar los niveles de pre pandemia” (el periódico.com) incluso 3 y 4 años según otras fuentes menos optimistas.

En este escenario, te invitamos a ver los sectores más afectados y a que nos centremos en el sector hortofrutícola para tratar de aventurar cuáles son las previsiones para los próximos 10 meses.

Una rápida pincelada de la actual crisis por sectores

Resumimos un poco el panorama actual por sectores para poder entender las previsiones y la posible evolución del sector hortofrutícola.

Destacamos el hundimiento del sector servicios haciendo especial hincapié en los servicios turísticos.
El desplome del sector turístico en nuestro país ha sido algo sin precedentes, con una caída en los ingresos superior al 75%. Algo que muchos expertos califican como la peor crisis del sector turístico de nuestro país en toda su historia.
Para 2021 es vital poder recuperar el sector y que turismo, hostelería y comercio no pierdan de nuevo la campaña de verano.

Nos fijamos ahora en el sector secundario.
Un sector que empezó el 2020 “en tablas” a comparación con el 2019, pero que con la llegada del confinamiento marcó una caída en el Índice de Producción Industrial (IPI) de hasta el 34%, que se recuperó en parte en la segunda mitad del año.
De cara al 2021 las previsiones son relativamente “optimistas” pues en estos momentos no tiene casi ninguna restricción a la actividad.

La nota negativa es que nuestro país no es un país industrial, y el peso de la industria sobre nuestro PIB es uno de los más bajos de Europa.

Vamos ahora con un rápido vistazo al sector primario, que demostró su potencial durante la crisis sanitaria respondiendo con buena nota a las necesidades de la demanda. Ha sido uno de los sectores menos afectados, pero dentro del propio sector, hay subsectores más en alza que otros.
Además, la nube gris del Brexit planea sobre el sector con sembrando incertidumbre como veremos a continuación.

¿Y qué hay del sector hortofrutícola? ¿Cuáles son las previsiones?

Con el estallido de la pandemia el sector hortofrutícola español demostró su potencial y su capacidad de adaptación para atender la demanda.

El ser capaces de adaptarse de forma rápida a la inesperada pandemia posibilitó el suministro de frutas y hortalizas sin que se produjesen desabastecimientos en las tiendas en ningún momento.
Pasado el confinamiento y aún con la situación sanitaria actual, todos los actores coinciden en tildar el futuro de complicado. No obstante, la previsión para 2021 es un crecimiento del 5% en valor, mientras que en volumen la cifra se mantiene muy similar a la del año anterior.

2020 ya fue un año marcado por la automatización debido a la escasez de mano de obra, y este 2021 la balanza se seguirá inclinando hacia soluciones automatizadas y robóticas.

Amenazas, oportunidades y retos del sector hortofrutícola para 2021

Nosotros hemos identificado tres grandes oportunidades que se abren camino en el sector:

  1. Búsqueda del bienestar y la salud.
    Una de las cosas buenas que ha tenido la pandemia es la necesidad de comer más saludable. Y es que se habla ya de un nuevo «lujo pospandemia» que es la salud y el bienestar.

    Hay una búsqueda generalizada de esa salud por parte de los consumidores y, como consecuencia, una mayor tendencia a comer de forma sana: aumentar las frutas y hortalizas y limitar el consumo de grasas animales.

    Todo ello augura un buen futuro para cultivos como el aguacate, los cítricos por su alto aporte de vitamina C o el aceite de oliva.

    Y es que cuando vamos a comprar, nos preocupamos, ahora más que nunca, por comprar alimentos saludables. 

    Por eso, la estrepitosa caída de la demanda por parte del sector de la restauración puede ser paliada en parte por las familias que han incrementado su demanda de frescos.
  2. Auge de la producción ecológica.
    En relación con la tendencia anterior, se aprecia claramente un aumento en la demanda de producción ecológica, así como de productos de proximidad lo que lleva a los expertos a considerar la innovación, la producción ecológica y la sostenibilidad como la palanca del cambio para este año.
  3. Venta directa «del campo (o de la granja) a la mesa».
    El comercio electrónico está en auge, y con la pandemia mucho más.
    A través de plataformas digitales o con un solo intermediario los productores pueden llegar al consumidor final pudiendo acceder a un mayor margen de beneficio que con la cadena de ventas tradicional.

Pero no es oro todo lo que reluce, y el sector hortofrutícola se enfrenta también, a cuatro grandes retos:

  1. Brexit.
    Reino Unido es un mercado clave para nuestras frutas y verdura, pues es el destino al que exportamos 3 veces más de lo que exportamos al resto de países extranjeros de fuera de la UE.

    La salida del Reino Unido de la Unión Europea es algo que preocupa en nuestros campos porque supone un cambio importante.

    Incluso en un escenario sin aranceles como el que se ha planteado, la exportación va a requerir de mayor burocracia (licencias, permisos y declaraciones aduaneras) que podrán dificultar la actividad. 
  2. Restricciones en viajes y transportes.
    Las restricciones de viaje van a seguir entre nosotros este 2021.

    Y van a complicar las relaciones personales, muy arraigadas en el sector. De esta forma, se ha impuesto ya el formato online para ferias comerciales. No es un factor necesariamente negativo, pero sí supone un cambio más y una nueva adaptación para el sector.

    Además, ante las dificultades en el transporte y la alta demanda en nuestro país, muchos operadores han decidido priorizar el mercado nacional para minimizar riesgos.
  3. Volatilidad de los precios
    La inestabilidad de los precios del sector que incremente o disminuye de forma drástica la rentabilidad de los cultivos y que ha aumentado con la pandemia.

    Esto es un problema histórico que conlleva que los precios suben mucho y bajan mucho, según la estacionalidad de cada cultivo.
  4. Fuerte competencia extranjera
    La globalización, que favorece las importaciones de terceros países, supone un reto, ya que esas importaciones no están sometidas a la estricta regulación comunitaria durante su producción.

    Países como Costa Rica, Ecuador y Colombia con la banana, o Egipto, Sudáfrica y Marruecos con los cítricos suponen una dura competencia para los cultivos nacionales.

Por recapitular ya para terminar, aunque las previsiones no son malas del todo en comparación con otros sectores, la globalización de los mercados y la incertidumbre general obliga a no bajar la guardia y a pensar en el futuro con ilusión pero con buena planificación. 

Desarrollar nuevas variedades, potenciar la producción ecológica o apoyarse en el sector online van a ser claves en un contexto como el actual.

Y tú ¿crees que el sector hortofrutícola saldrá airoso de esta crisis? Te leemos en comentarios.