Sacamos la bola de cristal: Previsiones para el sector hortofrutícola en España para el 2022
En enero todas las empresas se ponen en «plan brujas» a redactar sus artículos con previsiones y tendencias para el año y nosotros no íbamos a ser menos.
En nuestro artículo de este mes vamos a ver qué retos tiene por delante el sector hortofrutícola en nuestro país para este año 2022.
Sigue leyendo, te prometemos que va a ser interesante.
El contexto actual: un entorno globalizado y cambiante
El entorno en el que nos movemos a nivel económico es un contexto globalizado y cambiante.
En él, la Unión Europea se alza como un mercado común, con una actividad económica muy diversificada: acero, vehículos de motor, telecomunicaciones, química, industria aeronáutica, electrónica, procesamiento de alimentos, bienes de consumo, minería, madera etc.
España es un país en el que el sector agrario tiene un importante peso como porcentaje del PIB dentro de la eurozona, situándose en cuarto lugar (año 2020) como se ve en el gráfico.
En este contexto ¿a qué retos se enfrenta nuestro sector agrario este año 2022?
La primera palabra que nos viene a la mente es «incertidumbre».
Incertidumbre porque hay varios aspectos que ya preocupaban a nuestros agricultores el año pasado y siguen en la agenda para este 2022.
Estos factores son: el desarrollo de la nueva PAC, la transición verde, la globalización y el aumento de los costes entre otros.
Vamos a ver cada uno de ellos para despejar esa incertidumbre.
El desarrollo normativo de la nueva PAC
Por no extendernos mucho, diríamos que la PAC es una ayuda europea que contribuye a garantizar la estabilidad de los ingresos de los agricultores por practicar una agricultura respetuosa con el medio ambiente y por prestar servicios públicos que los mercados no suelen recompensar, como el cuidado del campo.
Nace en 1962 y ha ido evolucionando a lo largo de los años. La última gran reforma se inició en junio de 2018 y se cerró formalmente el 2 de diciembre de 2021.
La nueva PAC se aplicará a partir del 1 de enero de 2023 y el objetivo era hacer una PAC más sencilla y eficiente que incorporara las ambiciones sostenibles del Pacto Verde Europeo.
El 2022 es un año de transición, en el que se prorrogan la mayor parte de las normas de la PAC vigentes, pero que debe garantizar una fluida transición hacia el futuro marco de la nueva PAC.
La transición verde
Es el segundo gran reto al que se enfrenta el sector agrario.
Llamamos transición verde al periodo de tiempo que transcurre entre el momento actual, donde nuestra forma de vida es insostenible a largo plazo, hasta el momento en el que nuestra actividad no ponga en peligro la salud del planeta.
Se trata de cambiar nuestro modelo de producción y consumo por uno más sostenible que conduzca a un impacto ambiental positivo.
Es una ambiciosa transición que implica cambios productivos para los agricultores y ganaderos que se tiene que ir afrontando ya.
Entre las acciones a llevar a cabo están:
- Reducir el uso de plaguicidas químicos y fertilizantes en la agricultura.
- Mejorar la salud y el bienestar de los animales.
- Aumentar la eficiencia en la utilización de la energía y los recursos hídricos.
- Promover un consumo de alimentos más sostenible y saludable.
- Reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos.
- Promover una economía circular.
La globalización
Es otro de los grandes retos.
En las importaciones extracomunitarias de frutas, existe una importante diversificación de los países proveedores: Costa Rica, Ecuador y Colombia son los principales proveedores de la UE debido a la banana.
En el caso de los cítricos, los principales orígenes son Egipto, Sudáfrica y Marruecos.
Crece como vemos la importación comunitaria de frutas procedente de países terceros.
Mientras, los productores comunitarios deben respetar una estricta política fitosanitaria y medioambiental que no se aplica a los productos importados.
Como consecuencia, aparecen importantes desventajas competitivas.
El crecimiento de costes de producción
El sector ya ha alertado sobre el riesgo de que se produzca una reducción de la oferta de algunos productos básicos por la subida de los costes de producción y la imposibilidad de repercutir esta subida en los precios de venta.
Y es que se han encarecido muchos de los medios de producción más utilizados:
- Entre un 50% y un 100% los fertilizantes.
- Entre un 20% y un 25% los piensos, por el incremento de los cereales y la soja.
- Más de un 30% el agua.
- Más de un 40% el gasóleo.
- Un 300% la energía.
- Y falta cuantificar cómo va a afectar el tema de los peajes de carreteras para los transportistas.
Pero… el sector agrícola español también tiene oportunidades
No todo van a ser incertidumbres y problemas. También existen aspectos positivos a tener en cuenta que el sector agrícola puede aprovechar.
Vamos con ellas.
La digitalización
La digitalización del sector agrario se está convirtiendo ya en la gran aliada del sector, porque permite:
- El ahorro de costes.
- El control exhaustivo de las cosechas.
- La toma y tratamiento de datos a gran escala que a su vez nos ayudarán a la toma acertada de decisiones.
- La optimización de los recursos.
- La trazabilidad de los productos basados en Block Chain para mejorar la información y la transparencia a lo largo de toda la cadena de valor.
- La optimización de precios según mercado para un sistema de beneficios más predecible.
Por todo esto la digitalización se convierte en algo obligatorio para un sector agrario que mire con solvencia al futuro próximo.
Puedes ampliar información sobre la digitalización en el sector hortofrutícola en este otro post: Robotización, automatización y digitalización: el futuro es ahora
Nuevos hábitos de consumo: más frutas y verduras y el auge de las comidas plant-based
El consumidor ya lleva unos cuantos años preocupándose por el medio ambiente. A raíz de la pandemia se ha centrado también en el tema de su propia salud y todo eso le ha llevado a subir la demanda de productos frescos en general y de frutas, verduras y hortalizas en particular.
Cada vez hay más consumidores concienciados por la reducción del desperdicio alimentario, y por una producción más sostenible.
Esto significa que se abre un amplio abanico de nuevas oportunidades con las plantas como punto central, de las que extraer bebidas vegetales, «carnes» vegetales o productos vegetales que imitan los sabores de pescado y mariscos.
El consumidor busca ahora alimentarse bien pero también sentirse a gusto con lo que le rodea.
De aquí se deriva otra nueva oportunidad: los productos con historia.
Si además de mostrarle el producto al cliente le contamos toda su historia tendremos mucho más engagement. Cómo y dónde está producido, qué personas están detrás de todo el proceso, etc es una información que el nuevo consumidor valora y necesita para sentir mayor simpatía y feeling con la marca.
Sostenibilidad
Ligado al punto anterior tenemos que nombrar la sostenibilidad. El consumidor de hoy reclama una mayor oferta de productos de proximidad y de productores locales.
Así mismo, valora aspectos como la existencia de productos BIO o el tema de los embalajes sostenibles, reducción de plásticos, o las compras a granel.
El comercio electrónico
En lo que llevamos de año, la compra por internet de productos frescos ha crecido un 19%, mientras que la de frutas y hortalizas lo ha hecho a un ritmo del 15%.
La compra de frutas y hortalizas por Internet avanza de forma lenta, pero segura. Lenta porque en la actualidad, solo representa el 0,3% del total de la venta de alimentación online, pero con seguridad este porcentaje irá creciendo.
El comercio electrónico supone una forma ideal de poner en contacto al agricultor en origen y al consumidor final en destino. Se eliminan intermediarios y se consigue un precio más justo para el trabajador.
Por lo tanto, si se hace bien, es una gran oportunidad.
El mercado asiático
Dos cifras:
580 millones de habitantes en Europa, frente a 5.000 millones en Asia.
Nos dan ya una idea de la ventaja que puede suponer entrar en el mercado asiático.
Asia es un mercado para emprendedores que requiere un «aprendizaje» previo pero que una vez estemos inmersos en la cultura y conozcamos los eslabones de la cadena logística puede convertirse en una buena apuesta de futuro.
Como conclusión, este año se presenta de lo más movidito e interesante y va a depender mucho de cómo se afronten estos retos para poder seguir con un sector agrario fuerte y a la cabeza de Europa.
¿Estás de acuerdo con nuestras previsiones para el sector hortofrutícola en España para el 2022? ¿Añadirías algún factor de peso más a este artículo? Si crees que se nos ha olvidado algo nos encantará que mandes un e-mail con tus comentarios.