Agricultor, descubre cómo aumentar tu producción con la ayuda de la agricultura inteligente
Quizá la foto de la portada es demasiado futurista, pero si eres agricultor y has llegado hasta aquí, es porque estás interesado en aumentar tu producción y quieres dar el paso de implantar la tecnología en tus explotaciones.
Estás en el sitio correcto para conseguir dos objetivos:
- Tener toda la información para tomar conciencia.
- Conocer qué necesitas para tu explotación agrícola.
En definitiva este artículo busca dar toda la información necesaria para saber cómo nos puede ayudar la tecnología actual en la agricultura.
¿Empezamos?
¿Por qué incrementar la producción de productos agrícolas?
Parece que la población mundial va en aumento. Y aunque hay división de opiniones por la fuerte bajada de la natalidad, el pronóstico de Naciones Unidas es que habrá unos 11.000 millones de personas en 2100.
Lleguemos a alcanzar esa cifra o no, parece que la demanda de productos agrícolas irá en aumento y debemos estar preparados para poder hacer frente a ella.
¿Cuáles son algunas formas de aumentar la productividad agrícola?
De forma tradicional, cuando un agricultor necesita aumentar la productividad de sus cosechas pone el foco en los siguientes elementos:
- Proteger la cosecha del cambio climático. Para ello se suelen emplear invernaderos y túneles de forma que se limiten las fluctuaciones de calor y frío.
- Plantar con eficacia. Se trata de elegir el momento adecuado para plantar y hacerlo siguiendo una estrategia específica: revisar si el suelo está listo, y valorar la posibilidad de utilizar semillas híbridas para dar lugar a un producto más sostenible.
- Rotación estacional para que el suelo “descanse”. Si eres agricultor ya conoces cómo la siembra recurrente del mismo tipo de puede afectar al rendimiento. De ahí que una práctica típica sea sembrar cultivos alternativos, para diversificar las demandas de su suelo. Así los cultivos rinden más y la producción es más constante año tras año.
- Explorar las condiciones a pie de campo. Puede parecer una obviedad, pero inspeccionar el campo nos da la oportunidad de evaluar las condiciones del suelo, notar qué hierbas crecen, posibles plagas, o constatar que los cultivos crecen de forma saludable.
- Una correcta gestión del agua.
Punto esencial para la supervivencia de los cultivos y para maximizar su rendimiento.
Tan importante es asegurar que los cultivos reciben el agua suficiente como disponer de un sistema de drenaje adecuado para evitar el anegamiento y la salinización del suelo.
- Uso adecuado de fertilizantes.
Mantener las condiciones óptimas del suelo es básico (como ya hemos visto) y fertilizar en el momento de la siembra ayuda a proporcionar a las semillas nutrientes esenciales para el desarrollo de los cultivos. - Gestión de las“malas hierbas”.
Todos sabemos que el agua y los fertilizantes le gustan a los cultivos, pero también a las hierbas que son invasivas, y que desvían los nutrientes de los cultivos. Las malas hierbas necesitan ser tratadas tan pronto como sea posible para evitar males mayores. - Controlar la calidad de las semillas.
Disponer de semillas de calidad es otra de las claves para aumentar el rendimiento de los cultivos que seguro que no te sorprende.
Hasta aquí algunas de las acciones que se han llevado a cabo desde siempre para maximizar el rendimiento.
Pero ¿y si a todas ellas le sumamos la inestimable ayuda de la tecnología?
En teoría debemos conseguir un aumento mucho mayor.
Vamos a verlo.
Maximizar el rendimiento con ayuda de la tecnología
Está claro que en el siglo XXI la tecnología está entre nosotros y su uso se ha generalizado y extendido en muchísimas situaciones.
Vamos a ver cómo nos ayuda en los casos que hemos señalado más arriba:
Cambio climático y correcta gestión del agua
La tecnología nos permite entender mejor la naturaleza y la relación que existe entre el suelo y el clima en pro de una agricultura más resiliente.
Poco a poco hemos asistido a lo que llamamos monitoreo ambiental.
El monitoreo ambiental no es otra cosa que el sistema de observación de variables para reducir los cambios e impactos que puede generar el medio ambiente.
Se trata, por lo tanto, de una gran herramienta para facilitar la planificación y la mejora en la toma de decisiones.
Ejemplo de ello pueden ser sensores para la monitorización agrícola o la planificación del riego con un programador de riego Smart.
Rotación estacional de cultivos
Hoy ya existen aplicativos capaces de llevar un seguimiento de la rotación de los cultivos en nuestros campos.
Es decir, por ejemplo, existe un programa informático que permite llevar un seguimiento de la tasa de vegetación y que recoge datos también de las condiciones climáticas tales como (precipitaciones, temperaturas mínimas y máximas, riesgos climáticos) para la temporada de crecimiento seleccionada.
Con eso, la toma de decisiones sobre qué plantaremos cada año es más sencilla y acertada.
Revisar el terreno a pie de campo
Imagínate un buggy robótico que recorra las tierras de cultivo siguiendo los mismos caminos que utilizan los tractores para no perturbar las plantas. El buggy iría recopilando datos de forma autónoma y cada planta sería fotografiada a la vez que los sensores recopilarían datos sobre la planta y el suelo en el que está creciendo. Esos datos se analizarían a continuación, y se emplearían para hacer cambios en las prácticas agrícolas. Todo para dar lugar a una mayor productividad.
Ahora deja de imaginar porque lo que te hemos contado ya es una realidad. Pero también se puede recavar información similar desde el aire con drones y también es algo que ya se utiliza en agricultura.
Uso justo de fertilizantes
En cuanto al uso de fertilizantes, la tecnología está ayudando tanto en el proceso de creación de nuevos fertilizantes como en la aplicación de los mismos.
Por un lado se están consiguiendo productos de mejor eficiencia (como por ejemplo los fertilizantes de liberación lenta o los fertilizantes recubiertos o de liberación controlada) como en la investigación de “nuevas formas “ de fertilizantes ( cepas bacterianas por ejemplo) para reducir el uso de los fertilizantes tradicionales.
Por otra parte se está trabajando en conseguir una mayor uniformidad de los cultivos así como un ahorro en fertilizantes mejorando y ajustando la dosis necesaria en tiempo real, gracias a sensores instalados en los equipos de fertilización.También existen ya aplicaciones móviles para controlar el estado del suelo en tiempo real y poder tomar las decisiones correctas y ajustar al máximo las dosis de fertilizantes.
Eliminando “malas hierbas
Hoy en día ya es posible eliminar las “malas hierbas” con tecnología láser, para evitar el uso de productos químicos o herbicidas.
Se trata de proyectos pioneros, pero cuyo desarrollo irá, sin duda, en rápido aumento.
Por resumir, son robots autónomos que integran redes de sensores, aplicaciones de computación en la nube, una fuente láser de alta potencia, un sistema de percepción de IA (inteligencia artificial) y otro sistema de escaneo.
La calidad de las semillas
El objetivo de la tecnología aplicada a las semillas es conseguir aumentar la pureza y uniformidad, además de eliminar cualquier tipo de característica infecciosa que pueda dañar o perjudicar la evolución del cultivo.
Conclusiones
Como conclusión, señalamos que, aunque queda camino por recorrer, el concepto de agricultura inteligente ha llegado para quedarse y se abre paso con fuerza en nuestros campos. Y no solo en los campos, porque la agricultura vertical también está en pleno auge en las ciudades, ¡pero esto daría para otro post!.