¿Cómo elegir un buen calibrador electrónico fruta?
Aunque a priori cuando consumimos hortalizas o fruta fresca hablamos de alimentos no procesados, desde el campo a nuestra mano como consumidores, la pieza de fruta sí pasa por todo un proceso de “elaboración”.
En esta fase del proceso es donde se encuadra el calibrado de las frutas y las hortalizas frescas.
El objetivo del calibrado es seleccionar la fruta en función de parámetros como las dimensiones (diámetro, longitud y forma); de esta manera se establecen tipos de calibre y calidades para las distintas variedades de fruta.
Hoy en día la tecnología de calibrado y empaque garantiza el mantenimiento de la integridad y la calidad del producto.
El proceso de calibrado con alguna variación suele ser algo como esto:
- Comienza en los sistemas de transporte e identificación de la fruta respetando siempre las características de calidad y delicadeza propias de cada una de ellas.
- Los frutos se transportan con cuidado y entran en sistemas de detección del peso de alta precisión.
- La fruta fresca y las hortalizas se examinan a través de sistemas de selección de la calidad externa (color, defectos en la piel, etc.) y la calidad interna, que detectan la consistencia, la densidad, etc.
legir un buen calibrador electrónico de frutas es importante.
Te va a permitir garantizar la precisión y eficiencia en el proceso de clasificación y selección de productos.
Para tomar esa decisión de forma óptima, habría que tener en cuenta:
- Tipo de fruta: Asegúrate de que el calibrador electrónico admite el tipo de fruta que necesitas clasificar. Algunos calibradores son más adecuados para ciertas frutas o grupos de frutas, por lo que es necesario que lo tengas en cuenta.
Te pongo un ejemplo con las frutas de hueso frente a los cítricos:
– Las frutas de hueso presentan formas más variadas y curvas, mientras que los cítricos son siempre redondos o elipsoides.
– Las frutas de hueso son más suaves y delicadas. Los cítricos son más firmes y de piel más gruesa.
– La clasificación de la madurez es crucial en ambas categorías, pero los cítricos suelen tener una gama más limitada de colores, mientras que las frutas de hueso varían mucho más en tonalidades.
– Las frutas de hueso contienen un hueso (más o menos grande en su interior) lo que puede afectar la forma en que se mide el tamaño y el peso. Los cítricos no tienen hueso, lo que permite una medición más directa del peso y tamaño.
– La fruta de hueso requiere más suavidad en el trato. Su fragilidad requiere un sistema de manejo más delicado en el calibrador para evitar daños y pérdidas durante el proceso de clasificación.
Conociendo estas características, si lo que quieres calibrar son frutas de hueso necesitas un calibrador más sensible, que “trate mejor “el fruto mientras que si son cítricos puede ser una máquina más robusta. - Precisión: Factor crítico para evitar pérdidas y optimizar la calidad del producto final. Asegúrate de que el calibrador te ofrece medidas precisas investigando y comparando las especificaciones técnicas de diferentes calibradores.
- Capacidad de clasificación: Verifica la capacidad de clasificación del calibrador electrónico. Habitualmente la capacidad se refiere a las frutas por segundo que la máquina puede clasificar.
Asegúrate de que el calibrador puede manejar la producción que necesitas sin problemas.
Aunque no hay una cifra específica que defina una «buena» capacidad de clasificación, el calibrador debe poder adaptarse al volumen de producción y ser lo suficientemente rápido para no acumular grandes cantidades de fruta y formar un cuello de botella. - La adecuada capacidad de clasificación dependerá de factores como el tamaño de la producción, la demanda del mercado, el tipo de frutas que se procesan y la eficiencia general del sistema de clasificación.
- Tecnología de detección: Revisa y examina la tecnología que utiliza el calibrador para detectar y medir los distintos parámetros de las frutas (tamaño, color, calidad…)
Los sistemas de visión artificial suelen ser más precisos y versátiles en comparación con otros métodos de detección. - Fácil de usar: Busca un calibrador electrónico que sea intuitivo y fácil de operar. Los equipos con interfaces simples y amigables facilitan la formación del personal. De esta forma se reducen los errores y el personal siente que controla el calibrador a la perfección.
- Mantenimiento y soporte: Asegúrate de que el proveedor del calibrador ofrece un buen soporte técnico o un plan de mantenimiento adecuado. Esto te permite garantizar un funcionamiento continuo y evita tiempos de inactividad prolongados.
- Flexibilidad: Es interesante que el calibrador permita ajustar los criterios de clasificación y adaptar el calibrador a diferentes tamaños o variedades de frutas.
- Reputación y trayectoria del fabricante: Investiga sobre el fabricante del calibrador y del software.
Busca reseñas o testimonios de otros usuarios y examina la trayectoria de esa empresa.
Una marca con una buena reputación en el sector suele ser sinónimo de calidad y confiabilidad. - Cumplimiento de la normativa vigente: Verifica si el calibrador cumple con la normativa y regulaciones de calidad aplicables en tu país.
- Coste del equipo: El precio es un factor importante a considerar, pero bajo nuestro criterio no debe ser el factor más decisivo. Valora el coste con la calidad y las características del calibrador, para encontrar la mejor relación calidad-precio.
El software que lleve instalado el calibrador es una las partes más relevantes de la máquina. Échales un vistazo a este otro artículo de nuestro blog para saber más sobre cómo elegir un buen software.
Desde Ingivision estamos en continuo desarrollo de nuestros software de calibrado IngiGrader para ofrecerte toda la innovación y agilidad que tus calibradores necesitan.