Horizonte 2024: Innovación y desafíos en el sector hortofrutícola español
Según los datos aportados por FEPEx las exportaciones del sector hortofrutícola español han caído un 6% en lo que llevamos de enero.
Y nosotros sacamos la bola de cristal para hacer conjeturas sobre lo que podría ser el próximo año.
Sigue leyendo que te contamos nuestra visión.
Análisis de la situación actual y más reciente
Si pensamos en los desafíos que la agricultura española ha tenido que enfrentar el pasado 2023, seguramente estemos más cerca de entender los de este año y la manera de combatirlos.
En 2023 los principales retos fueron:
Cambios climáticos y condiciones meteorológicas adversas.
Sufrimos condiciones atmosféricas extremas que se dejaron notar en nuestros campos.
Hablamos de sequías, olas de calor, o inundaciones que afectaron de forma negativa a la producción anual.
Para tratar de paliar los efectos, se desarrollaron estrategias como:
- Adoptar prácticas agrícolas resilientes al clima. Por ejemplo, utilizar variedades de cultivos más resistentes a condiciones extremas o sistemas de riego eficientes basados en nuevas tecnologías para combatir la sequía.
- Implementar tecnología avanzada en invernaderos con el objetivo de proteger los cultivos de las condiciones climáticas extremas y mejorar la eficiencia del agua y los nutrientes.
Problemas de la cadena de suministro y logística
La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto prolongado en las cadenas de suministro globales, lo que siguió afectando a la importación de insumos y la exportación de productos hortofrutícolas.
Algunas de las medidas adoptadas en 2023 para paliar el efecto de esto fueron:
- Diversificar proveedores.
Para evitar depender de una sola fuente de insumos y mitigar los riesgos de la cadena de suministro. - Invertir en logística y tecnología de almacenamiento.
Es decir, mejorar la capacidad de almacenamiento y transporte para mantener la calidad del producto durante períodos más largos.
Presiones económicas y del mercado
La inflación, los precios al alza de las materias primas y la competencia en los mercados internacionales han sido desafíos económicos a los que ha tenido que enfrentarse el sector recientemente.
¿Cómo lo ha hecho?
- Explorando nuevos mercados para exportar, para no depender tanto de unos pocos mercados principales.
- Adoptando prácticas de producción más eficientes.
El objetivo es reducir costos operativos a través de la automatización y la optimización de procesos.
Los desafíos laborales
En 2023 de nuevo la disponibilidad de mano de obra y las condiciones laborales fue un desafío, en un contexto donde las políticas migratorias han afectado a la disponibilidad de trabajadores temporales.
El sector afrontó este reto con estrategias como estas:
- Automatización y mecanización de tareas para tratar de reducir la dependencia del trabajo manual, mediante el uso de maquinaria avanzada y robots para tareas como la cosecha.
- Programas de formación y mejora de condiciones laborales.
Atraer y retener trabajadores mediante mejoras en las condiciones de trabajo y oportunidades de formación y desarrollo.
Temas de sostenibilidad y regulaciones ambientales
Adaptarse a las regulaciones más estrictas en términos de prácticas sostenibles y uso de pesticidas puede representar un desafío para los productores.
Frente a las nuevas regulaciones el sector optó por:
Innovar y adaptarse de forma tecnológica
- Poniendo en marcha prácticas agrícolas sostenibles: Esto incluye el uso de métodos de control de plagas ecológicos y la reducción del uso de pesticidas y fertilizantes químicos.
- Con certificaciones ecológicas y orgánicas que aseguren a los consumidores la calidad y sostenibilidad de los productos.
Fruto de estos desafíos, en 2023, se observó una caída en las exportaciones, aunque con un aumento en el valor de estas, reflejando una adaptación y resiliencia del sector.
¿Qué podemos esperar en 2024?
2024 pinta más o menos en la misma línea y este año, el sector va a tener que enfrentarse a los siguientes desafíos:
Condiciones climáticas cambiantes e impredecibles
Como en años anteriores. la sequía y el clima enrarecido continúan siendo un desafío importante.
- Altas temperaturas.
- Inviernos inusualmente cálidos que contribuyen a un descenso en la producción de frutas y verduras.
- Escasez de lluvias.
Esto obliga a los productores a adoptar prácticas agrícolas resistentes al clima y explorar variedades de cultivos adaptadas a condiciones cambiantes.
Competencia con productos importados y disminución de la competitividad
Los productores españoles se enfrentan a una competencia “desleal” por parte de productores de fuera de la Unión Europea.
Estos países, al no estar sujetos a las mismas regulaciones fitosanitarias, producen más barato y de forma más eficiente.
Desafíos logísticos
La demanda de transporte de productos ha aumentado, lo que presenta retos como:
- Encontrar socios logísticos adecuados
- Reducir el impacto medioambiental de las operaciones
- Mantener la calidad de los productos durante todo el proceso logístico.
Demanda de productos orgánicos y sostenibles
La creciente demanda de alimentos frescos, orgánicos y sostenibles lleva a las empresas productoras a adoptar prácticas agrícolas más ecológicas y buscar certificaciones orgánicas.
Explosión tecnológica e innovación
Relacionada con el punto anterior, sector cada vez depende más de la tecnología, con la automatización en la plantación, cosecha y manejo postcosecha mejorando la eficiencia y reduciendo costos.
Como hemos visto, para 2024 el sector hortofrutícola español va a responder con innovación a los desafíos climáticos y económicos.
La adaptación continua, la adopción de un enfoque tecnológico para mantener su competitividad y sostenibilidad es lo que vamos a seguir viendo este año.