
Calibradores de peras: Cuatro errores comunes y cómo evitarlos
«La pera no espera, mas la manzana espera» Este refrán viene a decir que resiste más tiempo la manzana que la pera tras su recolección.
Y es que, como habrás adivinado hoy, el post va de peras.
El calibrado de peras es un paso clave en la cadena de producción agrícola.
Un proceso bien realizado garantiza que las peras lleguen al mercado con el tamaño y la calidad esperada, lo que no solo mejora la apariencia del producto, sino que también optimiza la eficiencia operativa.
Sin embargo, incluso los mejores calibradores de peras fallan si no se usan de la forma prevista. Es ahí donde muchos cometen errores que, aunque pequeños, pueden afectar tanto la productividad como los resultados finales.
Un calibrado preciso garantiza peras uniformes y de alta calidad, pero los errores comunes comprometen la productividad.
Descubre cuatro errores que pueden costarte caro y cómo evitarlos a continuación.
1- Selección inadecuada del calibrador
Uno de los errores más comunes al calibrar peras comienza incluso antes de encender el equipo: la elección inadecuada del calibrador.
A menudo, los productores eligen herramientas que no se ajustan correctamente al tamaño o tipo de pera que están procesando. Esto puede llevar a inconsistencias en el tamaño de las frutas seleccionadas y, en consecuencia, a problemas con la calidad del producto final. Por ejemplo, un calibrador diseñado para frutas más pequeñas o para otro tipo de productos puede generar errores en la clasificación de peras más grandes o de formas irregulares, afectando al valor comercial.
Seleccionar el calibrador equivocado puede significar una menor eficiencia en el procesamiento, y aumentar los costes operativos y, en última instancia, generar pérdidas tanto en tiempo como en recursos.
Cómo evitarlo
La clave para evitar este error es elegir el calibrador adecuado desde el principio, teniendo en cuenta el tipo de pera que se va a procesar y las particularidades del entorno de trabajo.
A continuación, te damos algunas pautas para hacer la selección correcta:
Identifica el tipo de pera y su tamaño promedio. Algunas variedades de pera tienen tamaños más grandes o formas más irregulares que otras, por lo que es crucial que el calibrador pueda ajustarse a estas características.
Considera el volumen de producción. No todos los calibradores están diseñados para el mismo ritmo de trabajo. Si estás procesando grandes cantidades de peras en un corto periodo de tiempo, necesitas un calibrador que sea capaz de manejar ese volumen sin sacrificar precisión.
Revisa las especificaciones técnicas. El calibrador que elijas tiene que contar con las características necesarias, como sensores de alta precisión o la capacidad de calibrar diferentes tamaños y formas de peras. Además, verifica si la máquina permite ajustes para diferentes tipos de frutas, lo que puede agregar flexibilidad a tu operación.
Aquí entra en juego el software que el taller de maquinaria haya instalado en el calibrador. Pide información sobre el sistema electrónico.
Por ejemplo, nuestro software para peras clasificaba ya en 2021 los frutos en 5 niveles de afectación, desde los correspondientes a calidad extra o sin defectos de piel o forma hasta los frutos que por su alto nivel de afectación constituyen destrío o industria. Tienes más información en este artículo: Conference, Devoe y Blanquilla, las primeras variedades de pera usadas en ingiGrader 2.0
Consulta con expertos o el proveedor. A menudo, los proveedores ofrecen asesoría técnica para ayudarte a seleccionar el equipo que mejor se ajuste a tus necesidades.
2 – Falta de mantenimiento del calibrador de peras
Cualquier empresa que disponga de este tipo de maquinaria sabe que son máquinas que no paran de trabajar todo el día. Por ello necesitan un mantenimiento de calibradores hortofrutícolas.
El calibrador de peras, como cualquier otro equipo industrial, también requiere un mantenimiento regular para funcionar de manera óptima.
El paso del tiempo, la acumulación de suciedad, el desgaste de las piezas o la falta de calibración periódica puede afectar la precisión del equipo, lo que genera errores en la clasificación de las peras..
Además, el descuido en el mantenimiento puede provocar fallos inesperados en el equipo, lo que resulta en tiempos de inactividad costosos y en retrasos en la producción. Este tipo de errores no solo impacta la productividad, sino que también puede generar gastos innecesarios en reparaciones o, en casos extremos, en la necesidad de reemplazar el equipo.
Cómo evitarlo
Es esencial implementar un plan de mantenimiento regular. A continuación, te damos algunos consejos para asegurar que tu calibrador funcione siempre en su mejor estado:
- Limpieza regular. Es esencial la limpieza adecuada de la maquinaria tras su uso, eliminando residuos que se acumulan, restos de productos y tanto las partes internas como externas.
La suciedad y los residuos de las peras pueden acumularse en las partes móviles y sensores del calibrador, afectando su rendimiento. Establece una rutina de limpieza diaria o semanal, dependiendo de la carga de trabajo, para asegurarte de que todas las partes del calibrador estén limpias y libres de obstrucciones. - Revisión de piezas móviles. Realizar inspecciones periódicas para identificar cualquier desgaste o daño que pueda provocar un mal funcionamiento de la máquina industrial. Los calibradores tienen componentes que se desgastan con el uso, como cintas transportadoras, engranajes y sensores. Ante cualquier signo de desgaste, reemplaza las piezas dañadas antes de que se conviertan en un problema mayor.
- Calibración periódica del equipo. Aunque los calibradores están diseñados para ser precisos, es importante recalibrarlos de manera regular para garantizar que continúen ofreciendo resultados exactos.
- Documenta el mantenimiento realizado. Lleva un registro de todas las actividades de mantenimiento, incluyendo limpiezas, inspecciones y reparaciones. Esto te ayudará a identificar patrones de desgaste y a planificar las intervenciones necesarias con antelación, evitando así costosos tiempos de inactividad.
Un mantenimiento preventivo no solo asegura la precisión y eficiencia del calibrador, sino que también prolonga su vida útil. En este artículo tienes más información sobre cómo optimizar las labores de mantenimiento. Hace referencia a calibradores de cítricos pero seguro que te sirve.
3 – Uso incorrecto del calibrador
El mal uso de un calibrador industrial con sistema electrónico puede provocar una serie de problemas que afectan tanto la precisión de los resultados como la durabilidad del equipo. Hacerlo operar fuera de las condiciones recomendadas o no seguir las especificaciones del fabricante puede dañar tanto las peras como el calibrador en sí. Esto puede llevar a resultados inexactos, desperdicio de producto y un deterioro más rápido de la máquina.
Un uso inadecuado puede generar fallas en los sensores y otros componentes electrónicos, lo que resulta en costosas reparaciones por lo que no te la puedes jugar.
Cómo evitarlo
Es importante seguir una serie de buenas prácticas en el uso de calibradores electrónicos. Aquí tienes una lista de «do’s and don’ts» que te ayudarán a usar el calibrador de manera eficiente:
- Do’s
Ajusta el calibrador según el tipo de pera. Configura el calibrador de acuerdo con el tamaño y las características de la pera. Los calibradores industriales permiten ajustes personalizados, así que asegúrate de utilizar los parámetros adecuados para cada lote de producción.
Verifica los sensores de forma regular. Los calibradores electrónicos dependen de sensores de alta precisión. Revisa su funcionamiento para asegurarte de que están midiendo bien y que no están obstruidos por residuos o suciedad.
Sigue las recomendaciones de carga. No sobrecargues el calibrador con más producto del que está diseñado para manejar. Respetar los límites de carga asegura un rendimiento óptimo y prolonga la vida útil del equipo. - Don’ts
No uses el calibrador fuera de las condiciones recomendadas. Evita operar el calibrador en entornos con temperaturas extremas, humedad excesiva o polvo. Estas condiciones afectan tanto los sensores como los componentes electrónicos, generando lecturas inexactas.
No ignores las señales de advertencia de la máquina. Si el calibrador emite señales de error o advertencia, no sigas operándolo sin antes revisar qué está ocurriendo. Continuar usándolo en estas condiciones puede empeorar el problema y generar mayores daños.
4 – No formar al personal que va a manejar el calibrador
Aunque los calibradores electrónicos están diseñados para ser eficientes y precisos, requieren un manejo especializado. Muchos problemas surgen cuando los operadores no comprenden del todo cómo funciona el software o los parámetros que deben ajustar. El resultado puede ser una operación ineficiente, productos mal calibrados, e incluso daños al equipo.
En muchas ocasiones, se asume que el calibrador es fácil de usar porque el proceso está automatizado. Sin embargo, no siempre es así.
Cómo evitarlo
La solución a este problema está en una formación adecuada de todo el personal que va a utilizar el calibrador. Aquí tienes algunas estrategias para garantizar que tu equipo esté preparado:
- Adquiriendo un calibrador con un software de uso sencillo. Por ejemplo, en nuestro software hemos tenido muy en cuenta este punto. Pensamos que lo sencillo es lo mejor. Nos fijamos en la simplicidad de uso de Google, Netflix o Whatsapp y nos llevamos esa sencillez a nuestro sistema. Para que cualquier persona pueda utilizarlo, desde cualquier sitio. Conoce nuestro sistema aquí
- Formación inicial completa: Antes de que el personal comience a operar el calibrador, es esencial que reciba una formación detallada. Esto incluye la explicación de cada componente del calibrador, cómo se configuran los parámetros, y qué hacer en caso de problemas técnicos o fallos.
- Sesiones de actualización periódicas: Con el tiempo, el personal puede olvidar algunos detalles o se pueden introducir actualizaciones en el software del calibrador. Por eso es importante realizar sesiones de formación periódicas para repasar los conceptos clave y asegurar que todos estén al día con las últimas novedades.
- Manual de operación accesible: Proporciona un manual de fácil acceso que detalle las instrucciones de operación, los procedimientos de mantenimiento y cómo resolver errores comunes. Esto es especialmente útil para los nuevos empleados o para refrescar la memoria del personal en caso de dudas.
- Supervisión: Para los operadores menos experimentados, es útil contar con un supervisor con más experiencia que pueda guiarlos en el uso correcto del calibrador. Esto asegura una curva de aprendizaje más rápida y reduce el riesgo de errores.
- Simulaciones y ejercicios prácticos: Además de la formación teórica, realizar ejercicios prácticos donde los operadores puedan manejar el calibrador en diferentes escenarios es crucial para desarrollar habilidades y confianza.
Y hasta aquí el post de hoy, en el que hemos analizado cuatro errores muy comunes en el manejo de los calibradores de peras y sus software y cómo evitarlos.